vendredi 25 avril 2014

Cuento de Barcelona


Todos hablaban igual, se movían igual, se vestían igual y follaban igual. Con mucha tontería, sin mucho sentido. Creían ser las caras de una modernidad frívola y divertida, pero en sus casas albergaban las mismas neurosis que sus madres, que de modernas tenían más bien poco. Dentro de todo ese mamarracherío apareció ella. Tan sexy y tradicional, parlanchina, con rasgos de lobo e hija del grunge noventero.  Pensé que no seríamos tan distintas. Si no, nunca me habría fijado en ella.



1 commentaire:

  1. la parlanchina soy yo??????? seguro??
    sexy tradicional me suena como al polvo del nido del cuco
    Zaidaaaaaaaaaaaaaaa, cariñomío.

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