samedi 25 juin 2011

declaración de intenciones

Hay casas, hay existencias que dejarían estupefactas a las personas razonables. No podrían comprender que un desorden que apenas parece poder mantenerse quince días más pueda aguantarse varios años. Pues bien, esas casas, esas problemáticas existencias resisten perfectamente, numerosas, al margen de toda ley, en contra de cuanto cabría esperar. Pero en lo que la razón no habría de equivocarse es en que, si la fuerza de las cosas constituye su fuerza, también las precipita a su caída.
Los seres originales y sus asociales comportamientos constituyen el encanto de un mundo plural que los destierra. La velocidad adquirida por el ciclón en el que respiran esos espíritus trágicos y ligeros es angustiosa. Y todo comienza con chiquilladas; que al principio no se interpretan sino como juegos.


J. Cocteau.

Los niños terribles.

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