
ella es una de esas chicas demasiado guapas o demasiado lo que sea como para pensar que se mueven en otra esfera. ella lo estaba, así que nos dedicamos a andar durante toda la noche, yo le decía gilipolleces en un francés inventado y ella hablaba sin parar, demasiado interesante de pegatina, creo. la podría besar y no se iba a enterar nadie. hoy me la he encontrado en una sala blanca donde había acabado una exposición o donde iba a empezar otra y la salvé de algo que no recuerdo lo que es pero me lo agradeció tirando de mi mano y llevándome a rastras por esa sala blanca con maniquíes vestidos con collares de perlas y coronas de alambre. nos besamos durante mucha noche y luego me fumo un cigarro y todo vuelve a ser como hace diez minutos. tienes un nombre demasiado de mito erótico como para llamarme por teléfono. Así que muy bien, nos vemos otra noche.
cuando me pregunten yo diré que no llegastes nunca.
RépondreSupprimer