Como con las exnovias.
Cuando le cojo de la mano y se va corriendo, escúchame por favor, y se va corriendo. Y yo me quedo petrificada, el esternón inflado, pegaría un puñetazo contra la pared, sangre en los nudillos cuando lo único que quiero es abrazarte.
Cuando acumula diez llamadas perdidas. Una vida proyectada. Indolencia interrumpida.
No soporto no ser imprescindible.
Y tú
No llegarás a conocerme jamás.
(y hiere. al final, todo hiere)
RépondreSupprimerpd: galletas
de coco.