lundi 17 octobre 2016

Una amiga de una amiga

La gente está fatal. Así, en general. Yo también. Pero hoy voy a hablar de lo mal que está el resto. Utilizando el recurso de una amiga de una amiga.

El otro día, una amiga me contó que se encontró, mientras tomaba un vermut con unos amigos, a una amiga de su ex amante. Mi amiga se había enganchado a esta ex amante, de esa tan forma absurda con la que te enganchas a alguien que sabes que no te conviene, que ni te hace ni te va a hacer feliz, pero que te vuelve loca, neurótica y guapa, que te cae tan mal como te arrebata. Llámenlo adicción al rechazo, ego frágil, sexo fantástico o error de casting. El caso es que mi amiga, que se encontraba casi en el tercer acto de un duelo sin relación, estaba bastante tranquila. Así que cuando se cruzó a la amiga de su ex amante se dispuso a saludar.

La conversación que siguió se parece un poco a esta:

Amiga
¿Qué tal? Cuánto tiempo.

Amiga de ex amante
Vivo por aquí.

Amiga
Ya, ya sé.

Amiga de ex amante
¿Ya sabes? Ah, claro, que estuviste con Ex Amante en mi casa.

Amiga se pone roja.

Amiga de ex Amante.
Bueno, que ya me ha dicho Ex Amante que has decidido cortar de una forma radical, que prefieres no relacionarte con ella. 

Amiga 
(Balbucea)
Bueno, no sé, yo soy así...

Amiga de Ex Amante 
(mi Amiga cree que Amiga de Ex Amante se puso irónica, quién sabe, igual mi Amiga está dramatizando)
Ah... Eres una romántica. 

Amiga (tocándose el pelo, un poco nerviosa)
Bueno, romántica no, soy así... Pero vamos, que todo bien.

Amiga de Ex Amante (Esta vez sí, esta vez sí que se puso irónica)
Sí, ya te veo, tocándote el pelo, lo bien que estás...

Amiga
Bueno, que todo bien, que nos vemos pronto.

Dos besos y adiós.

Mi amiga se quedó muerta- Le habría gustado reaccionar mejor, ser más dura, no reírle las gracias. Pero le pilló desprevenida, y se comportó como un polluelo. La Amiga de Ex Amante no sé cómo se quedó, pero se la veía tan tranquila, en ese alarde del no romanticismo y, mucho me temo, del no vínculo. Porque claro, mostrarse vulnerable, enamoradizo, es un absoluto fracaso. ¿No es mejor vanagloriarse de sembrar el frío en las camas en las que duermes?

Aprovecho, desde este espacio de intimidad y cobardía, este blog con un formato tan antiguo como el amor romántico, tan de los dosmiles,  que solo leen dos de mis mejores amigos, para alardear de los sentimientos frágiles, de los valientes que todavía dicen que se sienten heridos, de los corazones sucios que se empeñan en volver a estar rojos, aunque para ello tengan que descargarse Tinder, tener citas absurdas, enamorarse de un par de locas, besar a desconocidas en fiestas, romper otros corazones, o enviar y reenviar mensajes inapropiados a horas inadecuadas.

Yo quiero con ellas.

Suena narcisista, dramático y romántico. Y, por supuesto, he vuelto a hablar de mí.