mercredi 22 mai 2013

Eso hacíamos

Júlia me dice que escriba algo sobre "Eso hacíamos" pero las palabras se atragantan en algún lugar,  quizás es porque últimamente las intento sacar a golpes y me han declarado una guerra. A las palabras hay que cuidarlas, hay que mimarlas, hay que darles mucho amor, pienso. Si no se quedan encerradas y ahí te quedas tú con tu crisis, por bruta. Pero volviendo al tema:  he de decir que a mí me gusta mucho "Eso hacíamos", me parece el vídeo de un valiente. El vídeo de unos valientes, corrijo. Es un vídeo que no se oye. M. me dice que no entiende por qué siempre hacemos cosas que no se oyen y la verdad es que tiene razón. Yo le aseguro que siempre nos imaginamos nuestros vídeos con diálogos pero que luego pasa lo que pasa. Y pienso que no nos vendría mal aprender sonido o hacer caso a Jordi cuando nos pide veinticinco veces que revisemos si el sonido se está grabando. Me gusta la nostalgia de Eso hacíamos. Me cabreo con el presente y me apetece que nos vayamos todos a Gijón. Un Verano Fatal 3.0. ¿En qué momento se hizo tan difícil pasar tres semanas entre cabañas de madera, autobuses, pozas y coches conducidos por bolleras borrachas que quieren cocinarte chorizo a la sidra?
Pero estamos, estamos ahora. Y todavía somos capaces de mirar hacia atrás con una sonrisa y mirar adelante con miedo, pero cogiéndonos de las manos. Aunque aparezcan trabajos, subsidios, novios o exnovias. Todavía nos quedan muchas torpezas por cometer. Todavía te quedan muchas noches por dormir en las camas equivocadas. Todavía nos sonreímos cómplices y nos pasamos una mañana colonizando la casa de un amigo, travistiendo a su gata de Jean Pierre. Que por cierto, Marc, has eliminado del montaje final a la gata de Marc L., cuando seguramente era la mejor interpretación.
Me gusta "Eso hacíamos" porque casi todos actuamos fatal. Porque me recuerda a ese tono cutre y fantástico de Manderley de Jesús Garay, que es imposible lograr si no aparece. No se parece en nada. Pero hay algo de valentía, de torpeza, de una actitud de autoparodia y de reirnos de nosotros mismos que nos hace fuertes, que nos hace valientes. Que me hace querer abrazaros toda una noche. Creo que cuando estamos juntos pasa algo similar, que una fuerza torpe y mágica se apodera de todo lo que nos rodea, y nos hacemos valientes, fuertes, nos escapamos del resto. Eso hacíamos me hace echarnos de menos, y me hace pensar, sin embargo, que lo nuestro todavía no ha hecho más que empezar.